Los restos que quedaban del colapsado puente de Chiraja fueron demolidos este miércoles en la tarde por una implosión programada por la Concesionaria Vial de los Andes.
La detonación estuvo a cargo de la firma Demoliciones Atila Implosión, que utilizó explosivos controlados para disminuir la "sismicidad, el impacto en la caída, el ruido y la dispersión de material particulado".
Para la implosión de la pila C del puente de Chirajara expertos utilizaron 200 kilos de explosivos, 3.000 metros de cordón detonante, unos 30 detonadores y once expertos en implosiones.
El puenteo, ubicado en el kilómetro 64 de la carretera que une a Bogotá con Villavicencio, capital del Meta, se desplomó el pasado 15 de enero por un error en los diseños y ocasionó la muerte de nueve obreros.
El accidente ocurrió en un sector conocido como Chirajara, una zona montañosa donde se construye la doble calzada de la carretera Bogotá-Villavicencio, que a lo largo de sus 120 kilómetros incluye decenas de viaductos y túneles para salvar la complicada orografía de la zona.
Para la implosión se planeó un cierre total de la vía una hora antes y una hora después de finalizar el trabajo.