Magdalena Correa posa con su trabajo denominado 'Wayúu'.
Foto
lagacetadesalamanca.es

Share:

Wayúu, a través de la mirada de Magdalena Correa, en Casa de América

La exposición muestra más que bolsos tejidos a ganchillo, de estampados geométricos y muy coloridos.

El término wayúu se refiere para muchos a unos bolsos tejidos a ganchillo, de estampados geométricos y muy coloridos, pero detrás de esa palabra hay mucho más: un pueblo que sobrevive en tierras desérticas frente al Caribe cuya historia contada en imágenes expone Casa de América.

"Wayúu" es el nombre de la muestra que desde mañana se puede ver en la madrileña Casa de América, formada por trece imágenes que tomó la fotógrafa chilena Magdalena Correa durante las tres semanas que convivió con esa etnia en la península de La Guajira, entre Colombia y Venezuela.

Los wayúu viven "en condiciones climatológicas y naturales muy adversas, pero son capaces de sonreír a la vida, buscando siempre un punto optimista, el sentido lúdico. Además es un pueblo con un gran sentido de la estética y el orden", indicó a Efe el comisario de la muestra, Emilio Navarro.

La exposición se abre al visitante con un reto, el que lanza sin palabras la mirada de un niño, que solo puede rivalizar con la actitud del gallo que lleva sujeto bajo el brazo, mientras ambos no apartan los ojos del objetivo.

Las imágenes condensan la forma de trabajar de Correa, con enfoques parciales que "no dan al espectador toda la información, pues quiere que el visitante se pregunte o desarrolle una historia a partir de determinados elementos", agregó.

El trabajo de Magdalena es hermoso y profesional.

Retazos de momentos que muestran una puerta y una ventana destartaladas que suscitan la duda de si se trata de una casa a medio construir o medio derruida -se pregunta el comisario- o una enigmática hilera de cactus engalanados con una colada de ropa interior.

La muestra se completa con dos breves vídeos realizados por la artista chilena. Tres pequeños cuadros en una pantalla muestran un momento del trabajo de los wayúu en las salinas o tejiendo sus conocidas artesanías, mientras la segunda instalación presenta un baile ceremonial y unos niños jugando.

Esta exposición -señaló Navarro- es un paso más en la carrera de Correa, que "desde sus comienzos se ha interesado por hacer proyectos en lugares o con poblaciones que tienen dificultades para desarrollar su vida diaria y han de hacerlo a través de un diálogo tenso con las condiciones climatológicas o naturales".

Una forma de entender el arte que le ha llevado a hacer trabajos en sitios como La Rinconada, el asentamiento humano más alto del mundo, en Perú, o el titulado "Gobi-Atacama", en el que comparaba la forma de vida en dos de los desiertos más extremos del mundo.

Y para dar fe de la dureza de la vida de los wayúu la muestra se cierra con la imagen de un caballo famélico que intenta comer las hojas de un árbol junto a una carretera mientras un coche va hacia el horizonte. 

EFE

Más sobre este tema: