Mónica Ospino Dávila, directora de las Farotas de Talaigua.
Mónica Ospino Dávila, directora de las Farotas de Talaigua.
Foto
Jair Varela

Share:

Farotas de Talaigua, un legado de dignidad y tradición en el Carnaval

Mónica Ospino Dávila 12 años lleva dirigiendo a esta danza.

“Asumí la dirección de la danza por hacerle un homenaje a mi madre Etelvina Dávila Turizo, porque realmente se lo merecía, por ser esa mujer guerrera y perseverante. Aquí estoy 12 años después, trabajando por su legado, manteniendo y llevando en alto, la bandera de la danza de las Farotas de Talaigua”.

Con mucha entereza y orgullo, Mónica Ospino Dávila, directora de la Farotas contó a Zona Cero, la historia de cómo inició esta danza patrimonial que forma parte del dossier que le presentaron a la Unesco para que el Carnaval de Barranquilla fuera declarado Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad.

Mónica Ospino Dávila, directora de las Farotas de Talaigua.

“La danza de la Farotas de Talaigua es la única gesta de las tribus americanas de las que se tenga noticia, donde estos valientes guerreros decidieron vestir estos atuendos femeninos para defender el honor de sus mujeres”, cuenta Mónica.

Y manifiesta que fueron adaptando esta historia a una danza maravillosa, que por la música particular enamoró a propios y visitantes.

“Mi madre en la década de los 80 se trasladó por el río Magdalena y llegó con esta danza al Carnaval de Barranquilla, y lo pudo mostrar al mundo entero (…) recuerdo que cuando estaba niña mi mamá llevaba la danza a mi casa en el barrio Los Trupillos, y todos los hombres se bajaban en mi casa”, narró Mónica.

Sostuvo que eso duró muchos años, inclusive la señora Etelvina recibía ayuda de los vecinos, y algunos hombres traían de Talaigua yuca, carne y queso para mantenerse esos cuatro días de Carnaval.

“Eran largas jornadas, recuerdo que ella llegaba tarde como a las 9 o 10 de la noche, después de cada desfile, pero bueno, pienso que ella sentía satisfacción de haber cumplido, y mostrar esta maravillosa danza en todos los escenarios culturales de aquí de la ciudad”, reseñó.

Recordó con nostalgia cuando su madre falleció en el 2011. Desde el principio asumió las riendas del cargo de directora para rendirle un homenaje. “Realmente ella se lo merecía, por ser esa mujer guerrera, perseverante, con esa gran actitud arrolladora con la que sacó adelante la danza”.

 

 Vestuario

Cuando habla de su grupo, los ojos de Mónica brillan al igual que su gola, que la cual detalla que realiza ella misma a su gusto.

“Yo realizo todo mi vestuario, me encanta, siempre buscamos los colores que estén en tendencia y también luzcan con el Carnaval”, dice.

Para la hija de la señora Etelvina es sumamente satisfactorio crear el sombrero, la falda y la particular gola, pues siente que es una representación de la esencia del bailarín.

“La 'mama' es la líder de la puesta en escena, y para esa persona, me gusta particularmente que lleve colores bastante vistosos, que represente la Depresión Momposina, que es la Isla de donde nosotros provenimos. Exuberante, resaltado los patrones tradicionales (…) el indígena adoraba al Dios Chiguá, a los astros, al sol, la luna y las estrellas, entonces tratamos de representarlo en la gola la riqueza de oro y piedras. Entonces tratamos de juntar todo ese esa cantidad de elementos y plasmarlos”, se refirió Ospino.

Mónica Ospino Dávila, directora de las Farotas de Talaigua.

Igualmente, dice que mantiene el patrón del vestuario tradicional, pero con un toque moderno. De pronto mucha gente pensará qué hace esa señora vestida de farota; pero déjenme decirles que yo soy Mónica Ospino Dávila, directora de la danza y me visto así, porque primero esta es mi manera de hacerle un homenaje permanente a mi madre, y segundo porque llevo ese mensaje emancipador de la dignificación y la lucha por la dignidad de las mujeres”.

“No podemos esperar que alguien más luche por nosotras, tenemos que apropiarnos y tener el sentido de pertenencia por nuestra dignidad”.

Entre la voz entrecortada y mucha emoción, Mónica manifestó que su madre debe estar orgullosa, porque su legado está vivo. “Su legado permanece, llevamos esta bandera de su gran trabajo, si bien mi madre no fue la fundadora de la danza porque esto es una manifestación cultural que pertenece al municipio de Talaigua de Bolívar, pero es una manifestación cultural que la llamó hasta los últimos de sus días”.

 “Estamos aquí trabajando, incansablemente en un proceso también de mejoramiento cada año, para seguir manteniendo vivo este legado de ella y la danza vigente en el Carnaval de Barranquilla y en todos los escenarios a nivel nacional", recalcó la directora.

La Farotas de Talaigua abrieron sus presentaciones en el Carnaval con la Lectura del Bando, donde tuvieron a seis de sus integrantes en tarima, que, con su alegría e ingenio, enamoraron a los presentes.

Farotas de Talaigua en la Lectura del Bando.

Igualmente, estarán en el Fin de Semana de la Tradición en el Coliseo Sugar Baby Rojas. Luego se presentarán en el Carnaval de la 44 ‘Sonia Osorio’, después el sábado y domingo de Carnaval en la Vía 40. “Si Dios nos da la fuerza estaremos en el desfile de la 84, es nuestro objetivo”.

Mónica describió el valioso esfuerzo que hacen para poder acudir a todas las fiestas del Carnaval, pues manifiesta que es un gasto muy grande entre transporte, vestuario, alimentación y alojamiento.

“Le hago un llamado a las personas para que nos apoyen, que nos vayan a ver, y a los empresarios que también nos apoyen, porque movilizar a 20 personas desde Bolívar que son 6 horas y en varias fechas, no es para nada fácil. Por eso, los invito a ustedes que realmente apoyen la cultura apoyen el patrimonio, porque esa es la única manera de asegurarnos de que vamos a seguir fortaleciendo el Carnaval y vamos a seguir aportando toda nuestra tradición, que vamos a venir remontando el río Magdalena y vamos a venir aquí con el apoyo tuyo”, resaltó.

"Para mi madre, mujer guerrera y perseverante, 'La Farota Mayor'".

Etelvina Dávila Turizo, la farota mayor.

Más sobre este tema: