Amalín de Hazbún es madre de cuatro hijos.
Foto
Zona Cero

Share:

Amalín de Hazbún, la madre de la moda y la elegancia en Colombia

La institución en el diseño de modas y alta costura pasará el Día de las Madres con sus hijos Judy, Amalín y Carlos, disfrutando de la compañía de sus siete nietos.

Al hablar de moda en Colombia es muy difícil no tomar como referente a la diseñadora Amalín de Hazbún. A punta de aguja, talento y creatividad la sucreña logró hacerse un nombre dentro de la industria de la moda colombiana, pero el papel que más le ha gustado interpretar es el de madre.

Junto con su fallecido esposo Miguel Hazbún Adawi trajeron al mundo y criaron a Amalín, Judy, Mayra Luz (fallecida a los 15 años de edad) y Carlos Hazbún. Lo que más recalca ella sobre la maternidad es que siempre apoyó a sus hijos en todo lo que se los ocurrió, tanto así, que su hija Judy le siguió los pasos y también es una reconocida diseñadora de modas con proyección internacional.

Para Amalín, su mejor celebración es estar rodeada de sus hijos y sus siete nietos en medio de una celebración familiar. En la intimidad, ‘La aguja de oro de Colombia’ disfruta tanto cantar que no deja pasar una oportunidad sin que tome un micrófono. Tanto es su amor por la música que en 2006 se le midió a participar en la versión para famosos del Factor X, ocupando uno de los primeros lugares.

Sobre la vida, Amalín asegura que la “tomo con más alegría. La disfruto a plenitud, porque entendí que uno está aquí de paso. Me encanta demostrar el afecto. Doy muchos besos a mis hijos y a mis nietos”.

Así es Amalín

Amalín de Hazbún es una mujer que nunca van a encontrar desarreglada. Le gusta verse bien todo el tiempo y reflejar lo que intenta dar a conocer cuando viste a una mujer.

“Ante todo soy mujer y me gusta verme bien. Yo como sano pero me doy mis gustiscos costeños pero con moderación porque hay que cuidar la salud”, señaló.

La nacida en San Marcos, Sucre, pero con corazón barranquillero, pasa todo el tiempo en su taller, ubicado en su residencia al norte de la ciudad, y lo considera su recinto.

“Aquí es donde me sumerjo y se me pasan las horas. No me imagino haciendo otra cosa porque siempre me gustó la costura”, finalizó.

Más sobre este tema: