Ómar Zúñiga fue asesinado en manos de militares.
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Unidad de Víctimas

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Desde Barranquilla, Estado pedirá perdón por muerte de Ómar Vásquez en manos del Ejército

También por la tortura sicológica y física que sufrió la madre de esta víctima de ejecución extrajudicial.

El lunes 1 de Junio de 1992 un grupo de treinta hombres pertenecientes al Batallón de Fusileros de la Infantería de Marina No. 3, 14 y 15, de la I Brigada, penetraron violentamente en la casa de la señora Amira Vásquez de Zúñiga, golpearon a su hijo Omar Zúñiga, de 24 años, con el objetivo de obtener información sobre el paradero de guerrilleros. Al no tener respuesta, los militares optaron por llevarse a Omar amordazado e indefenso. También se llevaron a su progenitora, quien sufrió la tortura psicológica y moral de ver a su hijo en estado de indefensión y la suya al verse detenida, golpeada e interrogada.

Cuatro días después de su detención, Amira fue abandonada en una carretera por los militares, quienes le manifestaron que su hijo Omar se había escapado y que no sabían de su paradero. Nueve días después, cerca al corregimiento de “El Paraíso”, el cuerpo de Omar fue encontrado con un impacto de arma de fuego en el cráneo y con la mandíbula fracturada.

Casi 25 años después de este injusto asesinato, el Gobierno colombiano pedirá perdón público en nombre del Estado. Este evento de perdón se llevará a cabo el sábado por la mañana  en la Plaza de La Memoria, de la ciudad de Barranquilla.

Tras las investigaciones adelantadas en el caso de la muerte de Zúñiga, en el año 2011 se ordenó la captura del coronel de Infantería de Marina Henry Mauricio Rodríguez Botero, por su presunta responsabilidad en la tortura y homicidio agravado de este joven. También, por los mismos delitos, fue capturado el dragoneante Pedro José Yepes Guzmán y los sargentos viceprimero Carlos Adolfo Bermúdez Carmona y Misael Villabona López, y a los infantes de Marina profesional Oslavi Enrique de la Cruz Torres, Guillermo Próspero Castillo Valencia y Alfonso Coronel Ortiz.

Pero el 25 de junio de 2012, de manera sorpresiva el fiscal que llevaba el caso realizó una aplicación de la prescripción de la acción penal en relación con los delitos calificados y decidió beneficiar a los infantes de marina ordenando su libertad.

Sin embargo, con el Acuerdo de solución amistosa, el Estado colombiano también se comprometió a emprender una acción de repetición contra las responsables de estos hechos, es decir que sean los directos autores materiales e intelectuales que establezca la justicia quienes respondan patrimonialmente por el daño causado. La familia de Omar Zúñiga espera que, después de 24 años, haya justicia, verdad y reparación integral en este caso, para que crímenes como estos no se repitan.

 

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