Jenny Viloria Carranza.
Jenny Viloria Carranza.
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Christian Mercado.

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Menor salvó a vecina de descarga y al conectar nevera en su casa se electrocutó

Jenny Viloria Carranza se enterró en una montaña de arena después de recibir la descarga eléctrica al conectar una licuadora, en el barrio El Bosque.

El cuerpo de Jenny Viloria Carranza todavía se encuentra temblando después de recibir la descarga eléctrica cuando fue a conectar una licuadora en la mañana de este sábado, en el barrio El Bosque de Barranquilla.

Agradeció entre lágrimas la ayuda que le brindó Luis Eduardo Villafañe González, un menor de 16 años, quien la auxilió después de que ella recibió la descarga y murió media hora después al intentar conectar la nevera de su casa. La mujer de 35 años exigió a la empresa Electricaribe responder por la emergencia y tragedia registrada en el barrio.

“Era un muchacho muy popular. Él me salvó la vida y esperamos que Electricaribe responda por su muerte y mis lesiones”, expresó la madre cuatro niños.

Relató con angustia que sus familiares le contaron que, el joven gritaba que no la dejaran morir mientras la sacaba de la casa para dirigirla al centro asistencial, ya que ella se encontraba inconsciente en el suelo. “Yo me retorcí cuando estaba pegada al cable de la licuadora hasta que el voltaje me dio un empujón y me di un golpe en la cabeza”, señaló.

Contó que después de que ella fue llevada a la clínica, el joven se fue para su casa a conectar sus electrodomésticos, momento en el que se presenta el episodio que causó su muerte.

Enterrada en la arena

La mujer que trabaja como empleada en una casa cercana al barrio indicó que luego que llegó del centro asistencial, siguió con el cuerpo tembloroso y la piel morada, por lo que le recomendaron enterrarse en una pila de arena.

“Los agentes del CTI me lo aconsejaron y fui a dos cuadras de mi casa, y lo hice durante media hora. Eso me ayudó en a restablecer mi organismo”, señaló.

En estos momentos, Yennis sigue los consejos que le dio Electricaribe mientras su cuerpo se recupera. “Ellos deben responder porque nosotros vivimos con constantes altibajos de luz y por eso ocurrió lo de ayer”, insistió.

Aseguró que todavía padece las consecuencias de la descarga, como dolor en los riñones, que la tienen preocupada. “Ahora mismo no puedo laborar. Mi cuerpo sigue temblando y siento que no es el mío”, señaló.