Estas muertes ocasionaron un impacto social en 2015.
Foto
Zona Cero

Share:

7 noticias de muertes que causaron impacto social en 2015

De los 9 muertes, 8 tenían edades entre 4 y 23 años.

El 2015 se convirtió en uno de los más violentos para el Atlántico por los hechos de sangre registrados durante enero y diciembre. Unos causaron mayor impacto a nivel local, regional y nacional, mientras que otros solo sumaron estadísticas negativas para las autoridades.

Estas muertes que quedaron en la retina de las personas en Barranquilla, Atlántico y Colombia demuestran la problemática social que se está viviendo en los últimos tiempos. Homicidios, feminicidios, filicidios, muerte por presunta negligencia médica hacen parte de esta lista de muertos que generaron impacto social.

En febrero una madre mató a sus tres hijos en Palmar de Varela, en mayo un joven murió por una presunta negligencia médica en Puerto Colombia, en julio la fuerte corriente del arroyo de la 21 arrastró a una estudiante en San José, en agosto un feminicidio enlutó a una familia en Galapa, en octubre un joven fotógrafo fue víctima mortal de un robo en Olaya, en el mismo mes una joven madre murió a los pocos días de dar a luz a su bebé por una presunta negligencia médica y en noviembre un delincuente le arrebató la vida a un joven estudiante por robarle un celular.

Ocho de las nueve muertes no sobrepasaban los 23 años de edad. Una sola tenía 44.

Tres sueños asesinados a sangre fría en Palmar de Varela

En Palmar de Varela hubo conmoción por la muerte de los 3 niños.

El miércoles 18 de febrero día en que se iniciaba la Cuaresma quedará en los malos recuerdos para todos los ciudadanos por el atroz hecho que se registró en una humilde vivienda del barrio Alfonso López del municipio de Palmar de Varela sobre la línea oriental del Atlántico.

Ese día los palmarinos feligreses se dirigieron a la iglesia a colocarse la cruz de ceniza para iniciar un recogimiento espiritual para recibir la Semana Santa, pero en horas de la noche a eso de las 9 todo se vio alterado luego de que por el municipio se corriera la trágica noticia: “una madre mató a sus tres hijos”.

Decenas de habitantes se dirigieron a las afueras de la humilde vivienda ubicada en la carrera 10 entre calles 15 y 16 donde Johanna Del Carmen Montoya Rosario yacía malherida al lado de sus tres hijos que acababa de asesinar a sangre fría.

Johanna Montoya aprovechó que estaba sola en su casa con sus hijos, le puso cerrojo a la puerta, le subió el volumen al televisor y en medio de su problema asesinó con un cuchillo a Luis Felipe López Montoya, de 4 años, Kathy Johanna López Montoya, de 6 años, y Abinadad Montoya Rosario, de 10 años. Luego de observarlos sin vida cogió el cuchillo y se cortó en el cuello y muñecas para suicidarse.

Los habitantes que llegaron al lugar del atroz hecho, primero observaron cómo varios paramédicos con ayuda de familiares como sacaban a Johanna con graves heridas para trasladarla al Hospital Universidad del Norte en Soledad. Y luego una imagen que siempre tendrán en su mente es la de los tres niños que salían envueltos en bolsas blancas para meterlos al vehículo de criminalística.

El viernes 20 de febrero los tres niños fueron sepultados en el cementerio municipal, donde todos los habitantes con lágrimas de dolor e indignación repudiaron el hecho con una protesta pacífica.

A los pocos días cuando la mujer se recuperaba de las heridas un juez con función de control de garantías le hizo una audiencia de imputación de cargos, y solicitud de medida de aseguramiento donde decidió que después de la recuperación física de Johanna sería enviada a la cárcel El Buen Pastor. Pero antes de ser trasladada estuvo recluida en el Cari Mental donde recibió atención psiquiátrica y psicológica por el asesinato de sus hijos.

Johanna Del Carmen Montoya permanece aún en la cárcel de mujeres El Buen Pastor en calidad de asegurada.

Misterio en muerte de José Ricardo Soto López

La muerte de José Ricardo Soto ha sido un gran misterio que aún no ha sido resuelto.

En un gran misterio que no ha sido revelado se convirtió la muerte del joven estudiante, José Ricardo Soto, quien estuvo recluido 13 días en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica General del Norte antes de morir por un paro cardiorrespiratorio.

Sobre la muerte del joven Soto se desconocen aún las causas. Lo que si es cierto es que los médicos del Hospital de Puerto Colombia no actuaron de inmediato cuando José Ricardo llegó convulsionando al centro asistencial.

En un video de cámaras de seguridad se observó como el joven llegó al hospital con dos uniformados de la Policía en un estado de alteración como si se estuviera escondiendo de alguien, y que a los pocos segundos aparecieron tres hombres, aparentemente amigos, quienes convencieron a los policías para llevárselo.

Finalmente los uniformados accedieron y subieron en una camioneta Toyota Hilux a José Ricardo. Y los policías se fueron del lugar.

Cinco minutos después de haberse marchado regresaron en la misma camioneta, pero esta vez, José Soto, fue sacado de la camioneta en otras condiciones de salud que terminó convulsionando.

La gran pregunta que se hizo toda la ciudadanía ¿Fue por una supuesta sobredosis de droga como lo había dicho en su momento su amigo?, o ¿Se lo llevaron para golpearlo en el interior de la camioneta?

Los familiares manifestaron que no era por sobredosis, y culpaban a sus amigos de propinarle una fuerte golpiza.

Pero algo que también causó indignación fue la atención médica que le brindaron al joven. Pasaron varios minutos para que lo atendieran en el centro asistencial de Puerto Colombia. Ante la mirada de usuarios y enfermeras, el joven convulsionó, posteriormente le brindaron una camilla. Al parecer estuvo en ese centro asistencial 4 horas y no le brindaron la atención médica adecuada. Luego fue remitido a la clínica General del Norte y murió el 6 de junio, 13 días después de caer en coma.

Imprudencia juvenil terminó en tragedia

Luisa Paola Osorio murió por una imprudencia mientras jugaba cerca del arroyo de la 21.

Tras terminar la jornada escolar del jueves 23 de julio un grupo de amigos se reunió en una tienda ubicada en la carrera 21 con calle 40B del barrio San José para esperar que dejara de llover y poder dirigirse hacia sus casas.

Una de ellas, era Luisa Paola Osorio, de 16 años, quien en medio de su ‘recocha’ con sus amigos, se colocó sobre el borde del andén donde pasaba el peligroso arroyo de la carrera 21, pero de un momento a otro la corriente terminó arrastrándola. La imprudencia de la menor quedó registrada en un video grabado por un morador del sector.

Los compañeros de clase intentaron ayudarla pero no pudieron hacer nada porque la corriente la arrastró rápidamente llevándola hacia el centro del caudal.

Luego de conocerse la noticia, los organismos de socorro comenzaron la búsqueda de la menor, mientras que sus familiares estaban a la espera de recibir una buena noticia: encontrar a la menor con vida.

Pero nada resultó ser así, porque 24 horas después, a la 1 y 15 de la tarde, fue encontrada sin vida en la calle 3 con carrera 41B en el barrio Villanueva, a la altura de la desembocadura del caño de la Auyama.

El cuerpo de Luisa Paola Osorio estaba envuelto en medio de la taruya del caño.

Un amor que enterró los sueños de una mujer

Martha Lucía Ortega fue encontrada degollada en Puerto Mocho.

Fueron cuatro largos días de búsqueda de la familia Ortega Hernández para encontrar a Martha Lucía, todos con la esperanza de que estuviera sana y salva, pero a medida de que pasaban los días y no había rastro de ella, la preocupación aumentaba y temían una tragedia.

La tragedia llegó el martes 18 de agosto, cuando le confirmaron a los familiares que había sido encontrada una mujer con sus mismas características enterrada en un sector de las playas de Puerto Mocho. En se momento se acercaron a las instalaciones de Medicina Legal en Barranquilla para corroborar su identidad, y así fue: “Era Martha Lucía”.

Una herida mortal de cuchillo había sido la causa de su muerte, pero el asombro y la pregunta que se hacían familiares era: ¿Quién quería matarla y enterrarla?

Martha Lucía Ortega Hernández era una mujer de 44 años de edad, que se enamoró de su trabajador de apenas 21 años, y junto a él se propusieron sueños y metas a cumplir durante su relación.

Pero no todo fue color de rosa. Según sus familiares, Jefferson Ovidio Mesa aprovechó que Martha Lucía se enamoró de él y terminó acabándole los sueños y metas.

El viernes 14 de agosto, Martha Lucía salió en la noche sin avisar para donde iba, luego de esa salida, se quedó sin nada, y la encontraron muerta 4 días después.

El 22 de octubre una noticia positiva llegó para la familia Ortega Hernández: capturaron en el barrio El Bosque al tendero Jefferson Ovidio Mesa Rueda, señalado de haber asesinado a Martha Lucía.

Desde la muerte de Martha Lucía Ortega sus familiares quedaron enterrados en vida y a la espera que Jefferson pagué por lo causado.

Una bala le apagó la luz de la vida al joven fotógrafo

José David Montoya fue asesinado por delincuentes para robarlo en Olaya.

La inseguridad en Barranquilla y su Área Metropolitana fue uno de los puntos negativos para la Policía en este 2015. El domingo 18 de octubre, José David Montoya, un joven fotógrafo de Barranquilla, salió de su casa en el barrio El Silencio sin pensar que sería su último día.

Esa noche, el joven de 23 años, se dirigía hacia el barrio Olaya a unas cuantas cuadras de su residencia para reunirse con unas amigas y departir un rato agradable en un local de comidas rápidas.

A los pocos minutos, cuando caminaban hacia la casa de una de sus amigas, aparecieron hombres a bordo de un taxi en la calle 68C con carrera 31 y con un arma de fuego comenzaron a intimidarlos para robarlos.

José David cuando fue a entregar su celular, los delincuentes se asustaron y pensaron que iba a sacar algún arma de fuego para defenderse, y le propinaron un disparo. Al joven fotógrafo lo auxiliaron y lo llevaron a la clínica Vidacoop, pero ya no tenía signos vitales.

Desde ese momento todo fue desconsuelo y dolor para la familia Montoya Villera por la muerte de José David.

El homicidio del joven causó repudió a nivel nacional por la forma en que fue asesinado, y rechazaron la inseguridad en Barranquilla realizando una protesta virtual.

Una triste navidad pasaron los familiares de José David Montoya Villera al no tener la presencia de aquel joven alegre que disfrutaba cada diciembre para estar al lado de todos sus seres queridos.

Sobre este crimen no ha habido captura de los responsables. En ese momento la Policía Metropolitana de Barranquilla, ofreció hasta 20 millones de recompensa para quien diera información de las personas que participaron en el homicidio, y hasta el momento todo ha quedado impune.

El 20 de octubre fue sepultado aquel joven fotógrafo que con su cámara, su flash y su sonrisa que alegraba a todos sus amistades.

Una muerte inesperada que dejó una nueva vida

Divina Borja Suárez, murió días después de dar a luz a su hija.

Muchos recordaran el nombre de Divina Borja Suárez, pero ese recuerdo siempre será doloroso por su partida inesperada el pasado 23 de octubre.

Acostada en una cama de una habitación fría de la clínica Bonnadona Prevenir en el norte de Barranquilla, permaneció 13 días Divina Borja después de dar a luz a su pequeña hija Daniela Sofía.

Aquella joven que llegó con dolor en su abdomen por su estado de embarazo de 8 meses, murió después de múltiples cirugías que fueron denunciadas por su esposo, Daniel Ricaurte, un patrullero de la Policía, que después de la muerte de su esposa comenzó a interponer demandas para que los médicos de la clínica paguen por lo sucedido.

La presunta negligencia médica fue desmentida por las directivas médicas de la Clínica Bonnadona Prevenir, quienes manifestaron que la joven Borja presentó una enfermedad común en algunas mujeres embarazadas. Era el Síndrome de Hellp, que ha dejado muchas víctimas.

Su esposo siempre confió en las manos de los médicos que le realizaron cada cirugía pero que al final, un presunto error en una de ellas le ocasionó un sangrado interno que terminó acabando las ilusiones de tener a sus dos hijos juntos y continuar creciendo como familia.

La muerte de Divina Borja Suárez produjo una serie de protestas realizadas por familiares, amigos, y conocidos frente a las instalaciones de la Clínica Bonnadona Prevenir para que respondieran por la muerte.

Una de las frases más recordadas por todos la comunidad fue la que lanzó Daniel después de la muerte de su esposa: “La clínica me mató la vida”.

Delincuentes le robaron la vida a un joven estudiante

Juan José Montenegro fue asesinado en un bus para robarle su celular.

Los sueños y metas del joven de 17 años Juan José Montenegro Orozco fueron cegados en la tarde del martes 17 de noviembre por dos delincuentes armados que se subieron a un bus de la empresa Coochofal en el barrio 7 de Abril y que a los pocos minutos pasaron por cada uno de los pasajeros para robarle las pertenencias. Juan José fue la única víctima mortal.

El joven era un estudiante de once grado del Codeba, y que en menos de 20 días recibía su diploma como bachiller.

Esa tarde del martes 17, terminaba su año escolar y paradójicamente su vida. Los profesores le habían manifestado que ya estaba libre de todo y que solo tenía que esperar el 4 de diciembre para recibir su diploma.

El joven salió del colegio, con las ilusiones de que en el 2016 iba a estudiar su carrera de ingeniería en la Universidad del Atlántico. Caminó hasta la calle 72 y cogió el bus de Coochofal ruta C4 para llegar a su casa y darle las buenas noticias a su familia que había terminado su jornada escolar y de paso poder ver el partido entre Colombia y Argentina jugado en el Estadio Metropolitano de Barranquilla.

En la calle 51D con carrera 1B del barrio 7 de Abril, terminaría su destino mortal y emprendería un viaje a la eternidad. Dos delincuentes con apariencia de joven le propinaron un disparo en la cabeza cuando intentó entregar su celular pero que los atracadores pensaron que iba a vengarse sacando un arma.

Tres días después, el 20 de noviembre la Policía Metropolitana de Barranquilla capturó a alias ‘Arnold’ en el barrio 7 de Abril con una granada de fragmentación. Después de ser presentado ante un juez de control de garantías fue enviado a la Penitenciaría El Bosque en donde se encuentra asegurado por la muerte del joven Juan José.

El viernes 4 de diciembre, en la ceremonia de graduación los estudiantes de once grado del Codeba realizaron un homenaje póstumo a Juan José Montenegro Orozco, que a pesar de no tener su presencia física le hicieron entrega del diploma de bachiller al joven de 17 años.

Más sobre este tema: