Ruby Rodríguez Rodríguez al lado del ataúd de su hijo.
Ruby Rodríguez Rodríguez al lado del ataúd de su hijo.
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Cristian Mercado

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Lo apuñalaron el 1o. de enero, duró 4 días con los dos intestinos perforados y murió por negligencia médica el 29 de junio

Jair Roberto Cataño Rodríguez vivió un verdadero calvario, con un paseo de la muerte hospitalario.

La vida para la familia Rodríguez Rodríguez, residente en un barrio en el suroccidente de Barranquilla, cambió cuando el pasado 1o. de enero de 2019, Jair Roberto, el hombre de la casa, recibió dos puñaladas en el abdomen.

A partir de esa mañana inició un calvario por la negligencia médica en el desastroso sistema de salud que tiene nuestro país. 

El dolor de Ruby Rodríguez Rodríguez, madre de Jair Roberto.

Jair Roberto Cataño Rodríguez vivió un verdadero paseo de la muerte hospitalario, pasando por instituciones médicas, en medio de su gravedad. 

La situación pasó de castaño a oscuro en cuestión de días y después vinieron meses de sufrimiento hasta que la muerte se lo llevó el pasado sábado 29 de junio. 

Familiars, vecinos y amigos de Jair Roberto Cataño Rodríguez.

Ataque cobarde

Zona Cero conoció detalles de esta historia, en la voz de la mamá del hombre de 35 años. Ruby Rodríguez Rodríguez, nos abrió las puertas de su casa y su alma, en medio de lágrimas y dolor, y con el ataúd en la sala de la vivienda. 

Los rostros de los presentes eran de tristeza y su cansancio, también era notorio. Un abanico refrescaba el ambiente en medio del calor insoportable. 

La señora relató que su hijo estaba durmiendo ese día (1o. de enero de 2019), esperando a que ella llegara. Era año nuevo y el barrio aún estaba de celebración. Jair Roberto se levantó al escuchar la bulla de unas personas, tras un atraco a una mujer. 

Foto en vida de Jair Roberto Cataño Rodríguez.

Salió de su casa y se asomó a ver dónde estaba su mamá y los dos atracadores, identificados por los familiares de la víctima como Joel David Reales Pérez, alias 'El Batey', y Agustín Eduardo Montalvo, alias 'Agustincito', lo atacaron.

Estos antisociales le propinaron dos puñaladas en el abdomen, sin alguna razón, según relata la señora Ruby. Esos dos personajes aún siguen libres en la calle. Las autoridades nunca los capturaron. 

Inicio del calvario médico

Ante la mirada de un total de 15 personas, que se encontraban en la sala de la vivienda, Ruby Rodríguez comenzó el relato del calvario médico. 

Afirmó que ese 1o. de enero su hijo fue llevado, en primera instancia, al Hospital Nazareth, lugar en donde lo remitieron al Hospital General de Barranquilla. 

"Le hicieron ecografía, radiografía e indicaron que gracias a Dios (las heridas) no le habían tocado ningún órgano. Le cogieron los puntos lo mandaron para la casa (el mismo 1o. de enero)", señaló la mujer. 

No obstante, el 2 de enero, persistieron los dolores en las heridas de su hijo, por lo que decidió llevarlo nuevamente al Hospital General de Barranquilla, en donde los médicos "hasta lo regañaron"

"Le dijeron que debía estar en reposo y tomarse los antibióticos porque todo estaba bien. Lo mandaron otra vez para la casa", contó Ruby Rodríguez. 

Los dos días siguientes fueron traumáticos para Jair Roberto, pues los dolores no desaparecían. Ante esta situación, en la madrugada del 4 de enero, decidió volver a ir de urgencias al Hospital General de Barranquilla. 

"Ya la herida había empezado a botarle líquido", agregó la madre del hombre. 

Ese día los médicos decidieron hacerle otra ecografría y le practicaron una laparatomía, ante la sorpresa de Ruby. Los galenos lo llevaron a cirugía y es donde, después de cuatro días, en medio de su negligencia, se dan cuenta de que Jair Roberto tiene los dos intestinos perforados. 

La luz se apagó en la casa de la familia Rodríguez Rodríguez.

Los médicos no daban las respuestas adecuadas del por qué demoraron cuatro días para detectar semejante daño en el organismo del hombre, quien se dedicaba a las labores de mecánico.

Desde ese momento llegó el calvario familiar porque la situación de Jair Roberto empeoró con el paso de los días, mientras estaba en cuidados intensivos del Hospital General de Barranquilla. 

Paseo de la muerte hospitalario

Dos días después (6 de enero) de esta intervención quirúrgica, el hombre fue remitido desde ese hospital al Camino Adelita de Char porque, según los medicos, el carné de la EPS Coosalud no le cubría su estadía.

"En Adelita de Char tuvimos un servicio pésimo. Me decían que mi hijo se podía mover y que podía ir al baño, pero él no podía hacerlo", indicó Ruby Rodríguez, mientras miraba el ataúd en el que se encontraba Jair Roberto.

El 9 de enero, los médicos del Camino Adelita de Char le indican a la señora que su hijo podía irse para la casa, en medio de la complejidad médica que padecía. Finalmente, le dieron de alta.

La familia Rodríguez Rodríguez empezó a vivir un calvario desde el 1 de enero de 2019.

No obstante, al día siguiente, el estado de salud de Jair Roberto siguió empeorando y su mamá decidió volverlo a llevar a ese Camino.

"Me dijeron que él estaba bien y otra vez lo mandaron para la casa", relató. 

La herida, tras la operación en el Hospital General de Barranquilla, "ya estaba fea" y "delicada", por lo que Ruby Rodríguez tomó la decisión de llevarlo a la Clínica La Misericordia de Barranquilla. 

En ese lugar lo curaron, un cirujano le aumentó la dosis a uno de los antibióticos que estaba tomando, y lo mandaron nuevamente para su casa, para que regresara a una valoración en ocho días. 

Los allegados que se acercaban a la sala de la casa en donde residía Jair Roberto.

"Él (Jair Roberto) continuaba mal y así soportó hasta la madrugada del 14 de enero, cuando, otra vez, lo llevé a la Clínica La Misericordia", contó la mujer, teniendo de fondo una foto de su hijo, colgada en una cortina blanca y teniendo al lado una cruz de Jesucristo, de metal, varias flores amarillas y dos velas grandes. 

"Me dijeron que no lo podían atender porque mi hijo presentaba complicaciones de una cirugía y que me lo tenía que llevar a donde lo operaron o a la Clínica Campbell de Barranquilla", agregó la mujer en medio de un dolor desgarrador. 

Más complicaciones

Ruby decidió llevarlo a la Clínica Campbell después de la negligencia que su hijo padeció en el Hospital General Barranquilla, lugar en donde le realizaron aquella cirugía. 

En la Campbell recibió una buena atención, según su relato, pero la salud de su hijo estaba complicada. En cirugía, los médicos de esa clínica se percataron de que la herida de Jair Roberto tenía heces fecales regadas por todos lados, además de unas fístulas. 

"A mi hijo le abrieron el abdomen y duró cinco meses internado en la Clínica Campbell. Decían que la herida tenía que cicatrizar, pero esto nunca pasó", añadió la mujer. 

La imagen de los últimos días de Jair Roberto, durante su estadía en la Clínica Campbell.

Su hijo estaba preocupado en ese momento (mitad del mes de junio), no podía comer nada y tenía que ser alimentado vía catéter y por subclavio. 

"Hicieron una reunión (en la Clínica Campbell) y decidieron que mi hijo lo atendieran en Medellín porque allá es donde hacen transplantes de intestino, pero los de la EPS (Coosalud) señalaron que podía ser atendido aquí en Barranquilla, en la Clínica Misericordia", contó. 

Curiosamente, esa clínica que recomendó la EPS, fue la misma que meses atrás no lo quiso atender porque las complicaciones de su hijo se habían presentado por una cirugía que realizó el Hospital General de Barranquilla. 

"Él me dijo que lo aceptáramos porque se sentía cansado, sin fuerzas y con mucho dolor", afirmó antes de soltar un llanto desconsolado, al lado del ataúd, el cual golpeó en varias ocasiones de manera resignada. 

"Eso fue lo peor porque en menos de 15 días, mire a mi hijo aquí encajonado", agregó entre lágrimas. 

La tristeza desbordada de Ruby Rodríguez Rodríguez.

No hubo misericordia 

A Ruby le habían dicho que en la Clínica Misericordia, a su hijo lo iba atender el cirujano Frank Cure, quien junto a otros galenos, empezaron a valorarlo desde el 14 de junio de 2019.

Al hombre le programaron una cirugía para el 16 de junio, día en el que cumplía 36 años. Su hermana, Yamile Rodríguez, le llevó un pudín para darle ánimo.

Yamile Rodríguez junto a su hermano Jair Roberto, en la Clínica Misericordia de Barranquilla, el día que cumplió 36 años.

La cirugía duró cuatro horas y Jair Roberto salió intubado hacia una habitación.

Dos días después volvió a ser intervenido por un cirujano, apellido Araujo, quien le realizó varios lavados y le pegó el abdomen (unió la piel), después de tener una herida abierta desde hace varios meses.

La situación no mejoró con el paso de los días y de acuerdo con Ruby Rodríguez, no volvieron a ver al cirujano Frank Cure, el galeno que lo operó, en primera medida, en la Clínica La Misericordia.

Jair Roberto, con la camiseta de Junior, en compañía de su madre, Ruby Rodríguez Rodríguez.

Los días pasaron y Jair Roberto empeoró hasta que en la madrugada del sábado 29 de junio, según la información entregada por los médicos a los familiares, el paciente sufrió un paro cardiorespiratorio.

"Cuando yo llegué a la Clínica me dijeron que mi hijo acababa de morir y ya él estaba teso y helado", indicó entre lágrimas la mujer, que portaba una blusa negra, ante la mirada de los demás familiares.

Acciones legales

Ruby Rodríguez Rodríguez informó a este medio ya tienen dos procesos legales en contra del Hospital General Barranquilla y el Camino Adelita de Char, por la negligencia médica que sufrieron.

Además, anunció otra demanda en contra de la Clínica Misericordia, lugar en donde falleció su hijo.

Sin duda alguna, el sistema de salud de nuestro país vuelve a cobrar otra víctima, por su inoperancia deliberada. 

Imagen de la velación de Jair Roberto Cataño Rodríguez.

Jair Roberto Cataño Rodríguez vivió un verdadero paseo de la muerte hospitalario. Su salud se agravó y el calvario culminó con su fallecimiento.

Sin embargo, esta es la primera parte de una historia, que tiene otra negligencia institucional, la cual se dio después de que este hombre muriera.

Continuará...

Ruby Rodríguez Rodríguez anunció acciones legales en contra del Hospital General Barranquilla, La Clínica Misericordia y el Camino Adelita de Char