Miembros de las Fuerzas Militares y de la Policía se han preparado en todo el país, durante muchos años, para el largo conflicto armado interno, pero han demostrado que también están dispuestos para afrontar otra guerra que ya se ha llevado a miles de personas en el mundo: la del virus Covid-19.

Así lo han podido comprobar los habitantes de estratos uno y dos del municipio de Soledad, quienes están recibiendo la ayuda alimentaria de la Alcaldía y la Gobernación del Atlántico de la mano de  200 voluntarios pertenecientes al Ejército Nacional, la Fuerza Aérea Colombiana, la Armada Nacional y la Policía Nacional, quienes hoy estuvieron en los barrios Las Margarita y Santa Inés.

Desde el pasado 27 de marzo, estos hombres  y mujeres uniformados trabajan mañana, tarde, noche y hasta en la madrugada, llevando los mercados a los sectores más pobres del municipio y caminando a todo ritmo durante varias horas sin dejar de sonreír.

Y los soledeños son agradecidos por este gesto humanitario. “Es una tarea magnífica que están haciendo, llegando casa a casa a entregar los mercados. Están haciendo una buena obra”, dijo Ilia Caballero, quien vive en el barrio Santa Inés.

Los soledeños son conscientes de los graves riesgos que corren estos hombres de honor, dispuestos a dar su vida por la patria y por los colombianos.

“Pienso que los voluntarios están en riesgo, recibiendo esta fuerte brisa, trabajando en medio del calor, y bajo un fuerte sol”, señaló Yomaira Peña, vecina de Ilia.

Angélica María Serna, quien vive en el barrio Salamanca, se conmovió y expresó: “Por estos voluntarios me pongo la mano en el corazón y se me aguan los ojos. Estoy muy agradecida con ellos. Dios los bendiga y los proteja”.

Karine  Berdugo calificó la labor de los voluntarios como excelente y destacó que no solo llegan con alimentos sino que imponen  la calma, dejando una sensación de seguridad y tranquilidad en los barrios, que muchas veces hacen falta.

Pero los voluntarios no son solo de la Fuerza Militar y de la Policía. También están colaborando funcionarios de la Alcaldía Municipal de Soledad.

Una de ellas es Karina Nieto Martínez, quien labora en la Secretaría de Cultura. “Ha sido una experiencia muy bonita. Hemos llegado a hogares que realmente necesitan nuestra ayuda. Hemos compartido con las personas más vulnerables frente a la situación que se está viviendo”, expresó.

En parecidos términos se refirió Ney Gámez, asesor de seguridad ciudadana de la Secretaría de Gobierno.

“Ha sido una experiencia muy enriquecedora. Estamos llegando casa a casa y nos hemos dado cuenta que en nuestro municipio hay mucha necesidad. He podido comprobar también que los soledeños son agradecidos. Cuando les entregamos el mercado, nos regalan una sonrisa, un abrazo y nos ofrecen agua o jugo y esos actos sencillos son los mejores regalos que podemos recibir”, afirmó.