Para Cielo Marín, el hecho de quedar con vida tras ser impactada por un rayo en su residencia, sólo tiene una explicación: la presencia de la misericordia de Dios como protector de ella y su familia.

Así, la mujer de 46 años comenzó su relato de los dramáticos momentos vividos en la tarde del pasado sábado, cuando durante la lluvia el rayo impactó en su vivienda localizada en el barrio La Floresta del municipio de Soledad.

Como es habitual, ese día, aproximadamente a las 2:30 de la tarde, se encontraba almorzando en el lugar que la familia tiene dispuesto en el patio de su casa.

“En ese momento me levanté porque iba a botar algo a la basura. Empezó a serenar y de repente el impacto del rayo la mandó a volar. Cayó sobre alambre de colgar ropa, que se incendió. Lo único que recuerdo fue que me golpeé fuerte contra el piso y me abrazaron Sentía golpes en los brazos y cabeza. No podía mover las piernas, los pies se me pusieron blancos y arrugaditos. Me dolía la cabeza, me estaba quemando el cabello. Mi hermana comenzó a gritar, reaccionó, apagó las llamas”, relató en diálogo con Zona Cero.

En medio de la angustia y desesperación, al ver que Cielo tenía llamas en el cabello, su hermana la movió para que abriera los ojos y cogió una “escoba de palito” con la cual le logró sofocarle el fuego.

Y con la misma “escoba de palito” su hermana hizo lo propio para sofocar las llamas que amenazaban un palo de níspero que también había resultado impactado.

Enseguida, fue trasladada a la Clínica La Misericordia donde recibió atención oportuna.

“Gracias a Dios no afectó el corazón”, reiteró, tras señalar que quedó con una fuerte quemadura en su brazo derecho que se encuentra en proceso de curaciones para prevenir infecciones.

“Pudo haber sido peor. La descarga caminó por toda la sala, quemó los tacos y bombillas. El televisor, el decodificador de internet y el modem. Pudo haber sido más trágico. Con un rayo y una descarga como la que recibí no fácilmente se sale ileso. El impacto fue bastante fuerte”, recalcó Cielo Marín en su relato.

Indicó que el rayo finalmente chocó contra la puerta de la calle que de esta manera logró aguantar el impacto. 

“Fue un milagro ver al Dios protector sobre nuestra tierra”, insistió.

Cielo Marín, una organizadora de eventos que ante la pandemia ha tenido que reinventar el negocio de manera virtual, para mantener el autocuidado, reside en el barrio La Floresta de Soledad con sus padres y en el momento de los hechos una hermana suya también se encontraba en la vivienda.

Su mamá cuenta con 81 años de edad y su papá con 87. Ese día en el lugar también se encontraban dos sobrinas y otra hermana que habían abandonado el sitio antes de que comenzara a llover.

Al final su hermana entró en shock tras vivir esta impresionante experiencia y luego de haberla socorrido a ella.

“Dios me dio una nueva oportunidad. Dios fue el protector de mi familia, el que me abrazó”, reiteró.

Tras el dramático episodio, Cielo Marín dijo que la situación deja dos grandes enseñanzas: “La manifestación del amor de dios y cuanto amor hay hacia nosotros como familia y amistad. El amor de Dios es lo único que me mantiene con vida”.