Betsaida Martínez, mamá de Antonela Sánchez
Betsaida Martínez, mamá de Antonela Sánchez
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Jairo Cassiani

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"Era muy noble y dulce": mamá de niña de 4 años que murió quemada

La pequeña era natural de Valencia, Venezuela.

Con mucha tristeza, y no es para menos, Betsaida Martínez se hallaba en la mañana de este martes en Medicina Legal realizando los trámites para la entrega del cuerpo de su hija Antonela Sánchez Salazar, de 4 años, una de las pequeñas fallecidas en el incendio que se originó en la casa donde residía con su papá José Antonio Sánchez Naranjo y su madrastra Julieth Salazar Reales, en el barrio San Luis de Barranquilla.

"Ella era natural de Valencia, Venezuela. Nos vinimos para Colombia hace un año por la situación de Venezuela", contó visiblemente dolida Betsaida.

Betsaida se había separado de José Antonio, también venezolano, hace unos años y este decidió formar un hogar con la barranquillera Julieth, quien tenía otra hija, Kilery Ibarra Salazar de 9 años, y quien también murió en el incendio.

El venezolano y la barranquillera tienen un hijo de un mes de nacido. Antonela había sido registrada con los apellidos de ellos. La pareja quería tener una segunda oportunidad de tener una familia con sus hijas y el nuevo bebé. Pero todo quedó destruido por el incendio que se habría originado en el abanico del cuarto de las niñas.

Por su parte, Betsaida aunque estaba separada del papá de su hija, siempre estaba atenta de ella y la llamaba para saber cómo estaba. Hace cuatro meses no la veía.

"Yo la llamaba a ella. Tenía como cuatro meses que no la veía. Ella era muy dulce, noble", dijo la mujer, quien no pudo continuar la entrevista porque el llanto no la dejó.

El cuerpo de Antonela y de su hermana de crianza permanecerán varios días en Medicina Legal, porque como quedaron calcinados deben ser sometidos a varias pruebas para lograr plenamente sus identidades.

Por su parte, José Antonio permanece internado en la Clínica de la Costa tras resultar quemado tras intentar entrar al cuarto donde estaban las niñas para poderlas salvar de las llamas. Pero todo fue en vano, el fuego fue más fuerte.

El bebé, en cambio, fue remitido a la Clínica Portoazul tras inhalar humo.

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