Sabanalarga era el epicentro de la celebración católica en el departamento del Atlántico, sin embargo, en este 2020, las restricciones a las liturgias y concentraciones religiosas, dieron al traste con la organización de la Semana Santa en este año.

Por ello, los habitantes de esa población que se privaron de ceremonias como las procesiones, el lavatorio de pies y la última cena, se las ingeniaron, levantaron en casa los altares y celebran la semana mayor.

En casa, los creyentes celebraron la solemnidad del Jueves Santo, realizando un altar en representación de la última cena.

"Al no haber semana Santa  a causa de la pandemia, la vivimos cada día haciendo en casa pequeños altares para mantener la familia unida y la esperanza de que esto pronto terminará y volveremos a nuestras tradicionales procesiones", expresó Shirly Coronado Olmos.

En Sabanalarga, las procesiones aglomeran años tras años una gran multitud de atlanticenses.

La Asociación de Semana Santa de Sabanalarga le pidió a los creyentes, celebrar en familia y desde casa.