CF Germán Escobar Olaya, Capitán del Puerto de Barranquilla.
CF Germán Escobar Olaya, Capitán del Puerto de Barranquilla.
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Cristian Mercado

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El puerto necesita draga permanente para operar sin restricciones: Capitanía

Sostiene que hay que ser más preventivo que reactivo para evitar situaciones de emergencia.

No seguir actuando de manera reactiva sino preventiva, para evitar las reiteradas y prolongadas restricciones que se registran en el canal de acceso, planteó el Capitán de Puerto CF Germán Escobar Olaya.

Al referirse a la nueva situación que se presenta en el puerto de Barranquilla el oficial señaló que en 8 días el calado operacional ha disminuido de 9,4 a 8,0 metros, lo que para un solo buque representa por lo menos 25 mil toneladas de carga que dejan de ingresar a la ciudad, generando un impacto fuerte para la economía local.

Dijo que lo que ha venido ocurriendo es que se viene actuando de manera reactiva y no preventiva. Es decir, se detectan las bajas profundidades, se realiza un plan de dragado, viene la draga y se va, para luego, a los 50 días, volver al mismo ciclo.

“La draga debe ser un elemento permanente para utilizarla en el momento que se requiera, generando confianza en el empresario, los inversionistas, los armadores, a las autoridades. Es enviar un mensaje de que estamos listos para recibir un buque sin restricciones, a la hora que sea. Que nos vean como un puerto con seriedad, de vanguardia, con una posición estratégica”, declaró.

Por esto, agregó, es necesario analizar la situación y buscar una solución de fondo. “Y esta solución de fondo tiene que ser preventiva, porque llevamos 15 años siendo reactivos y tenemos los mismos problemas”, recalcó.

Dijo que lo importante de toda esta situación es que no ha habido necesidad de cerrar el puerto.

“El puerto ha venido operando con todas las situaciones que hemos venido teniendo, lo que nos ha obligado a que cada operación tenga unas restricciones. Pero el puerto no se ha cerrado”, precisó.

Así, las maniobras son realizadas de acuerdo con el nivel de riesgo que tengan frente a las restricciones existentes, brindando seguridad marítima y facilidades para el comercio.

Recordó que la más reciente batimetría mostró resultados pocos satisfactorios en comparación con las dos anteriores.

Por ejemplo, el bajo (banco de arena) que se viene formando en la zona próxima a la boca, registra profundidades de 8 y 8,3 metros, sobre el tajamar occidental y dique interior de contracción (oriental).

“Esto disminuye el espacio por donde entran los buques. El fenómeno nos ha llevado en los últimos seis días a tener tres cambios de calado: De 9,4 a 8,4 y el viernes a 8 metros, de acuerdo con el último comunicado de seguridad emitido”, explicó.

“Lo importante de esta estadística es que de 2008 a 2015 tuvimos 17 siniestros marítimos sobre varaduras y encallamientos por alta sedimentación, formación de bajos (bancos de arena). Desde esa fecha hasta hoy se ha tenido cero siniestro. Esto es importante porque a pesar que hemos tenido la situación de bajos y pocas profundidades, con la pericia de los pilotos, el compromiso de los armadores y de la Dimar con todo el equipo técnico, hemos podido sortear la situación”, puntualizó.

 

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