Un bebé de 4 meses de nacido falleció por situaciones que sus padres atribuyen a la demorada atención médica.

A los 17 días de nacido comenzó a registrar problemas cardiacos y neurológicos, ante lo cual acudieron a Coomeva EPS.

“Sin embargo, Coomeva nunca me autorizó las citas con los especialistas que el bebé necesitaba Cardiólogo, Genetista y Nutriólogo. Nunca dieron las citas porque supuestamente no tenía nada”, aseguró su mamá Melina Durán.

La situación del bebé se fue complicando al punto de que el domingo 26 de noviembre fue trasladado, a las 6 y media de la tarde, hasta la Clínica La Asunción, donde el médico general que lo atendió manifestó que se encontraba “apretado”, aplicándole una dosis de Hidrocortisona “con el propósito de descongestionarlo, a sabiendas de que no le podían suministrar ninguna clase de medicamento por el estado en que se encontraba”.

Agregó que como consecuencia de la aplicación de este medicamento, “el bebé se puso taquicárdico y empezó a respirar mal, requiriendo con urgencia una UCI”.

Dijo que en esos momentos, “la Pediatra nunca atendió los llamados para atenderlo, nunca bajó”.

Adicionalmente, “habiendo una UCI en la Clínica La Asunción nunca lo subieron a ella porque el bebé se encontraba con Coomeva y lo pusieron en traslado”.

En ese proceso, “me lo demoraron alrededor de 6 horas cogiéndole una vena y nunca pudieron y le dije a los médicos que me lo intubaran para ayudarlo y no me prestaron atención. A eso de la 1 de la mañana entró en paro y fue cuando corrieron y llamaron a la Pediatra para intubarlo. Pero hicieron mal el procedimiento y le dieron tres paros mas y el bebé falleció a la 1:27 de la madrugada del lunes 27 de noviembre”.

Lo cuestionable de este caso es que, como siempre, de nada valió que tratándose de un bebé, persista la mortal actitud de no atender a los pacientes, así estén in articulo mortis​ por estar afiliados a determinada EPS que tampoco cumple con sus obligaciones de proteger la vida de las personas.