El Malecón del Río, en primer plano, un guía.
El Malecón del Río, en primer plano, un guía.
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Juan Pablo Mercado.

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Del bullicioso 22 de febrero, Sábado de Carnaval, al domingo 22 de marzo en el que “Barranquilla no sale a la calle"

Así cambió en 30 días la ciudad más alegre de Colombia.

De la extroversión y alegría propia del barranquillero, en 30 días se pasó al temor y respeto por una enfermedad que en el mundo ya ha atacado a casi 300.000 personas en 172 países dejando además, más de 12.700 muertos.

Un mes atrás la Vía 40 era un hervidero de gente que concentró a más de 400 mil personas en Batalla de Flores.

Por esos días, aquí todo era fiesta y rumba. Verbenas, Baila a la calle, desfiles, comparsas, ruedas de cumbia, papayeras y grupos de millo abundaban en el espacio público mientras los borrachitos disfrazados sumidos en el licor gritaban: “Que viva el carnaval no joda”.

Mientras comenzaba la última de las cuatro fiestas en ‘La arenosa’ nadie miraba hacia lo que acontecía en la lejana China. Esa potencia económica mundial se sumía en la desesperación por esa extraña enfermedad que incluso cobró la vida de los médicos que atendieron a las primeras víctimas de ese extraño mal.

En nuestra realidad de ese momento se bailaba al son de la música de Dolcey Gutiérrez: “No no me mate, déjame gozar, máteme si quiere después de Carnaval”. Nadie temía y solo se pensaba que ‘Joselito’ iba a ser la única víctima. Hoy todo cambió.

Por esos días de Carnaval, Zona Cero registró la manera como en Mongolia, compatriotas que estaban en cuarentena en ese país fronterizo con China, se unían en una celebración para amainar las penas que le dejaba el no poder estar en las fiestas. Hasta Reina del carnaval de Barranquilla en Mongolia fue elegida.

En la Puerta de Oro mientras tanto, un disfraz colectivo llamado ‘Embeleco 2: Chinesse Tourists’, desfiló por la Vía 40, “para ‘contagiar’ a los carnavaleros que no bailaran y gozaran de la fiesta”.

Otra vista del Malecón del Río

Exactamente un mes después, Barranquilla es otra ciudad. Esa urbe alegre no es la misma de 30 días atrás. Las máscaras de marimonda fueron cambiadas por tapabocas a manera de prevención. Se usan así no sean los mejores o de los que las condiciones de bioseguridad por la emergencia se requieren.

En las cajas de los supermercados las largas colas no son para comprar licor sino para abastecerse de alimentos por el aislamiento preventivo obligatorio ordenado por el Gobierno Nacional para evitar que esa enfermedad que hace un mes no había llegado a América, se expanda como ocurrió en Asia, y luego en Europa.

Ahora pasamos del ‘Baila la calle del Carnaval’ a ‘Barranquilla no sale a la calle’, la iniciativa del Distrito, exactamente 15 días después de que se declarara en Colombia el primer caso de coronavirus. El temor y el respeto por la enfermedad alejó del espacio público a los nativos e hijos adoptivos. 

Hoy no es la música la que invade las calles. Ya no se escucha como para esos días el tema africano bautizado en Barranquilla como 'El Sebastian' , tema que revivió después del Super Bowl con el baile de Shakira en ese evtno. Ahora, integrantes de iglesias protestantes reclaman a la humanidad “no tener en cuenta a Cristo en sus vidas”.

Este sábado, en el norte de Barranquilla, desde una venta ambulante, un predicador de estas comunidades religiosas, desde un megáfono, citaba el libro de Romanos 8 versículo 9: “Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él”.

Plaza de la Aduana

La ciudad es no es la misma. Ni el más longevo de los habitantes recuerdan un episodio como este en la historia de Curramba. La ciudad que “sabe cantar y sobre el yunque martillar”, hoy descansa. Se cuida. 

Desde el martes 17 las calles de la vieja Barranquilla de Esthercita Forero se ven solas. Antes de un toque de queda oficial, o simulacro preventivo como en Bogotá, la ciudad “comenzó a recogerse”. Aún más después de que se conocieron ese mismo día los dos primeros casos de la enfermedad.

Barranquilla acata, por ahora sin toque de queda, y aún más, se cuidará de que no se vean en la ciudad las imágenes que han impactado al mundo por los estragos del Covid-19. La ciudad ser´aún más diferente desde las cero horas del miércoles al iniciar el aislamiento preventivo obligatorio.


 

 

 

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