Clínica Campbell de la calle 30
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14 niños de colegio de Cevillar se intoxicaron con dulce que les vendió una compañera

Los estudiantes de sexto grado están siendo atendidos en la Clínica Campbell de la calle 30.

Catorce niños de grado sexto del colegio Concentración de Cevillar resultaron intoxicados, aparentemente, por comer un dulce que una compañerita estaba vendiendo. Los niños son atendidos en la Clínica Campbell de la calle 30 y ninguno reviste gravedad, según el centro asistencial.

"Ingresaron 14 niños, entre los 11 y 12 años de edad, los niños llegaron con síntomas de intoxicación, ingierieron un dulce que una compañera les llevó", informó la gerente de la Clínica Campbell de la Calle 30, Any Toscano al periodista Jorge Cura, director del portal de noticias Zona Cero y Atlántico en Noticias.

"Algunos ingresaron con vómitos, escalofríos, náuseas y mareos. Todos los niños están siendo atendidos en nuestra institución", dijo Toscano.

Explicó que a unos niños los han canalizado y puesto líquidos "porque han estado con sintomatologías más evidentes que sus compañeritos".

"Ninguno reviste gravedad, todos están estables, conscientes y orientados, un poco nerviosos por la situación", manifestó la gerente de la Campbell.

Lo que dice la rectora

La rectora de la Concentración de Cevillar, Mayra Aguilar, se mostró preocupada por la situación ocurrida en la institución. "Nosotros acá estamos consternados con lo que está pasando", dijo a Atlántico en Noticias.

"Esta mañana a primera hora tocamos el timbre como de costumbre y los chicos estaban en los salones, cuando de pronto comenzaron a salir varios que tenían náuseas, dólor en el estómago, que les dolía la garganta. Les preguntamos qué habían desayunado y resulta que dijeron que habían consumido un dulce que una compañera les trajo", contó.

"Llamamos a Distrisalud para enviarlos y los llevaron en dos ambulancias", agregó.

La docente dijo que en el colegio está prohibido vender dulces, la niña los trajo del barrio de ella y que se los vendió a los niños. "Y en esto el PAE nada tiene que ver ", aclaró.

"Estamos haciendo el debido proceso, llamamos a la Policía de Infancia para ver de dónde proceden esos dulces", informó.

Dijo que los niños están acostumbrados en sus barrios a vender dulces, nosotros hemos tomado medida, pero siempre hay se sabe que dentro del proceso hay uno que se sale de control.  "La niña está llorando, dice que los compró, yo le digo: ¿dónde los compras? porque no tienen ni fecha de vencimiento. El dulce se llama 'candy rash', ni siquiera yo nunca he escuchado ese nombre. Ese fue el dulce que consumieron".

La rectora le entregó muestras del mismo a Distrisalud y a la Policía para las investigaciones respectivas.

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