El Unión Magdalena tendrá un nuevo aire, pero el empresario que lo manejará tiene sus antecedentes con la justicia.
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Los enredos de quien sería el nuevo dirigente del Unión Magdalena

Justo cuando los hinchas vuelven a soñar con un renacer del equipo, resulta que el que materializaría este anhelo, estuvo preso en EE.UU. y actualmente está en líos por señalamientos de narcos.

Hace algunos días, comenzó un rumor de que un empresario bogotano habría llegado a un arreglo con Eduardo Dávila Armenta, propietario del Unión Magdalena, hoy preso por homicidio, para materializar un renacer del Ciclón Bananero. 

Ese rumor rápidamente pasó a realidad, al punto de que hoy ya hay un nombre de quién sería ese salvador del equipo: el abogado Luis Eduardo Méndez, expresidente del Santa Fe. 

Como si se tratara de un mal aguero que el Unión Magdalena no puede quitarse, el empresario Eduardo Méndez ya estuvo preso pagando condena en Estados Unidos por usar su profesión para manipular procesos relacionados con la mafia de drogas en Colombia y, desde 2013, ha estado enredado en un lío pues Carlos Alberto Rincón, alias Chicharrón, lo acusa de haber tenido relaciones directas con el cartel de Bogotá. 

Aunque estas situaciones no atañen al equipo como tal, el hecho de que dirigentes o propietarios del equipo estén envueltos en ilícitos empaña al equipo. 

Así ocurrió el 16 de abril de 1994, cuando el desaparecido Deportivo Samario disputaba un partido sin gloria de la segunda división contra el Real Cartagena. Aquella tarde, Eduardo Dávila, dirigente del equipo en ese entonces, presenciaba el partido aunque no terminó de verlo, pues ocho hombres del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía Regional llegaron en dos camionetas y lo detuvieron. 

Dávila era requerido en Barranquilla para rendir indagatoria ante un juez sin rostro por la aparición de un cargamento de marihuana -1.900 kilos prensados, empacados en cajas y listos para su exportación- que fue hallado en una cabaña de su propiedad ubicada en Villa Concha tres semanas antes de ese episodio, el 22 de marzo del 94. Dávila no opuso resistencia. Más de dós décadas después, Dávila ahora está detenido, aunque por otro delito, el de homicidio. 

En el caso de Méndez, quien sería ahora el empresario encargado del renacer de un equipo que actualmente ocupa la casilla 14 del Torneo de ascenso con 18 puntos, este fue condenado en el año 2007 por un juez federal de Miami a 5 años y 10 meses de prisión por obstrucción a la justicia, pues algunos años atrás, oficiando como abogado, habría alertado a Rafael Caicedo que las autoridades colombianas lo estaban buscando para extraditarlo hacia los Estados Unidos, por lo que recibió una cuantiosa recompensa económica. En ese entonces Méndez era presidente del Santa Fe.

Tras cumplir su condena, el exdirectivo de Santa Fe dio unas declaraciones al diario El Espectador en las que dijo que "con gallardía y valentía afronté el problema, pero nunca tuvo que ver con narcotráfico; fue una obstrucción a la justicia ejerciendo mi profesión. Y desgraciadamente, en ese tiempo yo era el presidente de una institución".

No obstante, alias Chicharrón, señala a Méndez de haber pertenecido al cartel de Bogotá y de defender sus intereses, en unas declaraciones que conllevaron a la apertura de investigaciones que han dejado algunas personas procesadas. Sin duda, un fantasma que persigue silenciosamente al dirigente y un lastre que, como si fuera por cosas del destino, le toca cargar al equipo de los samarios; al ciclón bananero. 

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