Jugadores del Junior celebrando el golazo de Jarlan Barrera
Jugadores del Junior celebrando el golazo de Jarlan Barrera
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Cortesía Christian Álvarez

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Junior regresa con la ventaja de Rionegro, para definir en el estadio Metropolitano

Venció 3-2 al cuadro antioqueño, en condición de visitante.

El conjunto de Junior venció este jueves 3-2 como visitante a las Águilas de Rionegro, en condición de visitante, en el partido de ida de las semifinales de la Liga Águila 2018-II, luego de dejarse recortar una diferencia de tres tantos, aunque conserva la ventaja de un gol para el partido de vuelta en Barranquilla. 

Junior salió a jugar su partido. Olvidando todas las presiones externas, y lo definitivo de la instancia en la que se encontraba, los rojiblancos lucieron sumamente tranquilos durante todo el primer tiempo, dosificando sus energías y a la expectativa de cualquier oportunidad para ganar.

De otro lado, Rionegro tuvo pocos argumentos para disputar la posesión del balón a los ‘Tiburones’. Ante esto, algún ataque ocasional y limitar a esperar b8uena parte del tiempo en el último cuarto para salir rápidamente en contragolpe, con los espacios que le pudiera dejar un Junior mucho más alegre con el balón. 

La única acción con algo de riesgo de los de casa fue a los 17 minutos en un tiro libre, tras una falta cometida por Luis Narváez. Frente a la pelota se colocó Carlos Ramírez, quien disparó con potencia a la cabaña de la visita, donde Sebastián Viera voló al palo derecho para despejar el peligro. 

A su turno, la respuesta de los visitantes llegó a penas dos minutos más adelante. A los 19 de partido, Teófilo Gutiérrez organizó una tocata por todo el frente de ataque, con Jarlan Barrera y Luis Díaz, para terminar mano a mano con el portero, pero definir muy suave para desperdiciar la acción de gol. 

De allí en más, Junior siguió controlando la pelota, sin demasiada desesperación y meter el acelerador. Se veía mucho más tranquilo, que su rival, que se quedó sin Johnny Vásquez desde temprano por una lesión en el tobillo, lo cual también mermó sus posibilidades por disputar la pelota. 

El partido era para la conformidad de Julio Comesaña, quien con el esfuerzo justo logró llevarse un 0-0 más que conveniente al descanso y con todas las herramientas para poder encontrar los goles en el complemento e ir abriendo el camino rumbo a una nueva final para él y su conjunto. 

Y en tan solo cuatro minutos del reinicio del complemento, Junior encontró el premio a su mejor juego, tras un tiro de esquina en el cual mostraron toda su jerarquía para resolver la situación. 

A los 49 minutos, Luis Díaz recogió un rebote en el área para sacar un disparo con efecto al segundo palo, por el único espacio posible. La pelota siguió su rumbo y a pesar de la estirada del portero, se incrustó en las redes para el 1-0 parcial en el marcador. 

El tanto solo fue la puerta de entrada para que se desatara toda la contundencia del equipo barranquillero en el frente de ataque. Así, a los 53 minutos,

Díaz se la bajó a Jarlan Barrera, quien tras salir de la marca de un defensa, englobó la pelota al segundo poste para poner la diferencia en 2-0. 

Jugadores del Junior abrazan a Jarlan Barrera tras el segundo golazo.

Para terminar de adornar la gran noche, Díaz terminó en el segundo palo una gran jugada desde la derecha, con un cabezazo, para el 3-0 que ilusionó con la final a los barranquilleros, cuando apenas marchaban 70 minutos de partido. 

Luis Díaz celebra su segundo gol de la noche y el tercero para los rojiblancos.

Pero esa ilusión y confianza en la sensación de superioridad fue el peor error del equipo, desde Comesaña, hasta los jugadores en la cancha, quienes se fueron quedando sin deseos de marcar y dejaron que Rionegro se les fuera encima. 

Además el técnico metió un jugador de corte ofensivo como Daniel Moreno, en vez de cerrar las acciones, por James Sánchez. También ingresó a Yony González y Sebastián Hernández. 

Así las cosas, Carlos Ramírez cabeceó en el área, tras un tiro de esquina, marcó el gol del descuento, ante la pérdida de marcas entre Yony González y Luis Narváez, para dejar el descuento 3-1 en el marcador. 

Luego, el mismo Narváez cometió un claro tiro penal que fue canjeado en gol por Humberto Osorio Botello, al minuto 90, tras amagar y dejar sin posibilidades a Sebastián Viera, a pesar de que adivinó el palo, para dejar el tanteador en el 3-2 definitivo.

Sobre el final, Rionegro se quedó con 10 hombres, tras la expulsión de Camilo Pérez, por una entrada violenta sobre Sebastián Viera, quien apenas y se pudo recuperar de la patada, antes del fin del partido. 

Así, sin mucho más, Junior logró un triunfo que terminó dejando un vacío en el estómago. Los de Barranquilla deberán definir la serie con un solo gol de ventaja en el estadio Metropolitano, luego de un gol que seguramente le dejó muy duras lecciones para aprender.

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