Colombia no tuvo buenas presentaciones.
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Hansel Vásquez.

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El mal “Modo selección”

Tras el empate ante Chile y la derrota con Argentina, estas son las conclusiones.

Después de la desafortunada actuación de la Selección Colombia en las eliminatorias Rusia 2018, varias consideraciones hay que tomar en cuenta: una, es  el inocultable el mal momento de los jugadores, especialmente los llamados referentes del equipo como son James Rodríguez,  Carlos Bacca, Edwin Cardona, Oscar Murillo y el propio Radamel Falcao. De ellos pende la articulación futbolística del plantel. Y no estando en sus mejores condiciones, el resto, poco o nada aportan a la causa.

Dos, el pésimo momento del que se supone es uno de los líderes: James Rodríguez, se vuelve contagioso. Siendo el jugador pensante, de la organización, el pase-gol y el que lidera el mediocampo donde se genera el fútbol, no corresponde a su condición y característica de futbolista que le encumbró en el Mundial del Brasil ni el de la clasificación en la eliminatoria pasada. Razones  que ahora corroboran porqué Zidane no lo tiene muy en cuenta en su club Real Madrid.

Hace varias fechas eliminatorias que James viene demostrando su “baja estatura futbolística” con la selección. Y no parece tener en cuenta a Macnelly su sustituto ideal. Por lo menos no lo cree el entrenador José Pékerman. Nadie más puede acercársele en su característica de volante de armada. Otra razón, sin duda, las equivocaciones del técnico Pékerman. En los últimos juegos eliminatorios ante Uruguay, Chile y Argentina, ha experimentado con jugadores nuevos o poco experimentados. Prefiere jugársela con elementos en posiciones que no le son muy conocidas que colocando a los que sí deberían jugar.

No sabemos y nos negamos a creer en muchas conjeturas del público en el sentido de que el técnico pareciera estar dando contentillo o correspondiendo a recomendaciones  directivas para colocar a jugadores de clubes a los que se quieren mostrar para abrirles mercado internacional. Lo cierto es que estas modificaciones sorpresivas en las nóminas inicialistas no le dieron la respuesta esperada. Algunos dicen que por la falta de calidad técnica de los jugadores; otros preferimos creer que el entrenador se ha equivocado en la lectura previa de los partidos y en los momentos de hacer los cambios.

En medio de todas estas consideraciones, los periodistas de la Costa Caribe estiman que  Pékerman no solo corresponde a sugerencias e indicaciones de directivos de clubes, sino que se ha dejado manipular por comentaristas y periodistas del interior del país. No de otra manera se entiende que el técnico prefiera colocar un marcador de punta improvisado teniendo a otros estelares como Farid Díaz o Frank Fabra. Ni que prefiera colocar a Borja, Berrío o Copete, dejando por fuera a titulares como Carlos Bacca o Luis Fernando Muriel. 

Jugadores que fueron ampliamente publicitados y recomendados por los periodistas del interior al cuerpo técnico horas y días antes de cada compromiso. Momentos que en altavoces por sus medios radiales y televisivos pregonaron bajo el lema cachacal de Estamos en “Modo Selección”

Frente a Argentina, quedaron sin piso ni argumentos declaraciones de Farid Díaz, James Rodríguez y al propio cuerpo técnico sobre el estado pésimo de la cancha del estadio Roberto Meléndez, del que según ellos no se consiguieron mejores resultados por las condiciones del terreno.  ¿Qué pasó ahora en el Estadio de San Juan (Argentina) señor James? La grama y el terreno fueron perfectos para demostrar sus virtudes de crack? Allí se desnudaron sus falencias. Prefirió discutir con el árbitro que hacer fútbol.  ¿Qué pasó ahora señores críticos del páramo? Ustedes cararearon largamente nombres que el técnico utilizó para complacerlos. El resultado no podía ser peor que el conocido ante una desgastada Argentina a la que Colombia se encargó de revivir.

¿Será que todo esto servirá para seguir alimentando la idea de cambiar la sede de la selección?

La fiebre no está en la sábana ni el ahogado se busca río arriba. Podrán argumentar lo que quieran, pero no será por la cancha y mucho menos por el apoyo irrestricto de la afición de Barranquilla y la Costa Caribe que pretendan quitarnos la condición de seguir siendo la Casa de la Selección.

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